¿Qué es un guión para un productor?
En la terminología de la producción audiovisual (cine, televisión, vídeo, cómic, etc.), se llama guión a la expresión escrita del programa o producto audiovisual, en la que se indican las acciones, la narración, el diálogo, el lugar donde se desarrolla la acción, etc., pudiendo llegar en su forma más elaborada (guión técnico) a describir los planos de encuadre, posiciones y movimientos de cámara e incluso su representación en planta o la expresión del resultado final en dibujos (story board).
Estrictamente, el escrito que describe el audiovisual no es un auténtico guión hasta que no contiene todas las acciones y diálogos y el lugar donde se producen (guión literario), si bien en la práctica se comienzan muchas producciones sin un guión definitivo y, en ocasiones, sin tener más que un esbozo del guión.
Aunque existen géneros en los que la imprevisibilidad de los acontecimientos impide realizar un guión estricto a priori (reportajes, documentales, etc.), no ocurre lo mismo con la ficción dramática, donde todo puede estar perfectamente determinado de antemano y, si no lo está, se debe a la particular idiosincrasia de los directores-creadores que prefieren confiar las cosas a la inspiración del momento o ir madurando la idea a medida que la producción se desarrolla, dejando el margen que haga falta para dar rienda suelta a su libertad creadora.
Nadie se escandaliza al oír a un director de cine que él no sabe cómo va a ser la película hasta que no la ha acabado.
Y nadie se escandaliza porque, en Europa, el director-creador-autor, artista puro, está al margen o, mejor aún, está por encima de criterios económicos, intereses comerciales e incluso, por encima de los gustos e intereses del público. Lo cual se debe, entre otras cosas, al actual funcionamiento de la administración que no sólo permite, sino que potencia, la financiación de aventuras personales. Nadie se escandaliza tampoco cuando una televisión (europea, por supuesto) comienza la producción de un piloto de programa a partir de una idea desarrollada en dos páginas (a la que llaman proyecto), definiendo el producto sobre la marcha por el método del ensayo-error, dedicando un tiempo y un dinero absolutamente desproporcionados.
Pero, volvamos al guión, punto de partida de esta unidad, al guión creado para ser guía de la producción, planteado como base firme para el desarrollo de un proyecto de producción.
Finalidad del guión
Una producción audiovisual es un proyecto que requiere una financiación par ser producido y que ha de ser distribuido y exhibido para obtener un beneficio económico.
Como todo proyecto, comienza con la intención de producir algo que está más o menos definido o concretado (idea, sinopsis o guión).
El guión está en la base del proyecto audiovisual y sólo a partir de él puede elaborarse el proyecto del proceso de producción, es decir: una vez que se decide que se desea llevar una idea a la pantalla, inmediatamente, como en cualquier proyecto industrial, es necesario responder a tres preguntas:
- Qué requisitos ha de cumplir el producto (calidad).
- Cuánto dinero hace falta o de cuánto dinero se dispondrá (coste).
- En cuánto tiempo puede hacerse, o si puede hacerse en un tiempo x (plazo).
Para saber cuánto va a costar una cosa en un tiempo determinado, hay que prever las actividades que requerirá su planificación, reparación y ejecución, qué personal y qué medios se requerirán, etc., y deducir los costes de cada actividad.
Si el factor dominante o crítico no es el tiempo, sino que es el dinero, y éste se establece de partida, igualmente se han de prever las actividades, calculando personal y medios, de acuerdo con el presupuesto, jugando con la variable tiempo. Si prever es absolutamente necesario, no es totalmente suficiente; también es necesario prevenir, es decir, estar preparado contra imprevistos (imposibilidad de rodar en exteriores, enfermedad del actor, etc.) y arbitrar acciones correctoras o alternativas.
Prever y prevenir son dos actividades consustanciales al proyectar; prever (ver el futuro, anticiparlo) y prevenir (prepararse ante posibles contingencias); a partir de aquí se podrán planificar las actividades (cuáles y en qué orden se harán), programar las actividades y organizar su ejecución (dónde, quién, cuándo y en cuánto tiempo ha de hacerlas) y proveer los medios necesarios (con qué equipos y qué medios). Y con todo ello será posible efectuar el seguimiento y control (cómo se está ejecutando), corrigiendo desviaciones, de modo que se cumplan los objetivos previstos.
El guión es la fuente de información más importante, a partir del cual es posible prever y prevenir y, en definitiva, proyectar el proceso de producción estableciendo su plazo (en cuánto tiempo se hará), coste (cuánto tiempo costará) y calidad (cómo será el producto final).
Naturalmente, para ello el guión ha de cumplir una serie de condiciones:
• Ser el guión definitivo: ya que, de no ser así, nos podemos encontrar con que donde un señor llegaba en coche, en el guión definitivo resulte que llega en barco, o que lo que era una piscina resulte ser la Costa Dorada, o que donde había un personaje resulte que además hay una legión de figurantes, o que hay una escena de persecución que no existía, o unos efectos que tampoco existían, o..., con lo cual las previsiones resultarían, sin duda, poco ajustadas a la realidad.
• Estar correctamente escrito: el guión audiovisual no es una novela, debe explicar sencilla y concretamente quién hace qué, dónde y de qué manera.
• Estar presentado correctamente: nos referimos con esto a que el guión debe presentarse escrito según unos estándares que facilitan la lectura de producción y permiten deducir lo que interesa para saber qué será necesario y calcular el coste y el tiempo de producción.
El guión del guionista y el guión de producción
Las condiciones explicadas rara vez se dan en el guión que llega al equipo de producción.
El guión llega normalmente al productor-promotor (quien va a financiar o conseguir la financiación del proyecto) en forma de idea o de sinopsis y, a partir de ahí, si lo considera interesante (viabilidad, oportunidad) el productor encarga la realización del guión definitivo, en cuya elaboración participa, adecuándolo a sus intereses (marcando pautas, suprimiendo o cambiando escenas, etc.).
Cuando el productor-promotor cuenta con un guión a su gusto (revisado, modificado y aprobado) se lo pasa a un director de producción para que realice un plan de producción y un presupuesto estimativa.
Si el presupuesto supera las previsiones del productor-promotor, pero éste sigue teniendo interés en realizar la producción sin aportar más dinero, el director de producción le sugiere modificaciones del factor tiempo en el plan de producción y cambios en el guión para abaratar los costes (sustituir unas escenas por otras, suprimirlas o adaptarlas a decorados más económicos, etc.) o rebajar exigencias en la calidad del producto.
Una vez el productor-promotor está de acuerdo con las modificaciones y acepta las previsiones de plazo, coste y calidad, el guión aprobado debería pasar a definitivo, puesto que a partir de él se han realizado las previsiones y toda modificación puede obligar a variar las condiciones de partida (objetivos del proyecto).
Este guión sobre el que el director de producción ha realizado las previsiones de coste, plazo y los requisitos del producto (calidad), aunque describe las situaciones definitivas (personajes, lugares y acciones), aún no suele estar presentado en la forma que requiere el equipo de producción; aún suele ser un guión de guionista, más preocupado por la narrativa de la historia que por las necesidades de producción que conlleva la realización audiovisual de su historia.
Secuencia narrativa y secuencia como unidad de registro-grabación (secuencia de producción)
La secuencia narrativa es una unidad del discurso que comprende una situación dramática con estructura completa de planteamiento, desarrollo y desenlace; puede desarrollarse en un solo escenario o en varios.
La escena es una unidad espacio-temporal del relato que se desarrolla en el mismo escenario. Así, la secuencia de un magnicidio se compone de diversas escenas; por ejemplo, se ve como un francotirador prepara su arma en la terraza de un edificio, un desfile en el que participa un alto cargo, el público que vitorea, la gente que sigue el desfile por la televisión de un bar, etc., hasta que el francotirador hace blanco en el alto cargo. La secuencia narrativa es conceptualmente importante para el guionista y para el espectador, pero es una unidad de escaso interés para el director de producción o el ayudante de realización, que han de deducir de ella los medios necesarios para su realización y el tiempo preciso para el rodaje-grabación.
Es por este motivo que, en la terminología de los productores, secuencia es toda unidad autónoma de registro-grabación, que no suponga traslado de equipos ni cambio de iluminación, vestuario, atrezo, ambientación, etc.
De este modo, la secuencia de producción puede ser una pequeña parte de escena que constituya un momento autónomo o puede ser objeto de un rodaje-grabación disociado del resto de la escena.
Normalmente, los guiones en este estadio previo al desglose definitivo, llegan al director de producción o al ayudante de realización, numerados por secuencias narrativas o por escenas, pero no por secuencias de producción.
Discriminación y numeración de las secuencias de producción
Para poder efectuar un desglose del texto, útil a los efectos de producción, previamente es necesario discriminar las secuencias de producción (unidades autónomas de registro-grabación).
El guionista juega en su texto con escenarios imaginados que describe brevemente y en los que sitúa la acción, pero la acción misma impone, a su vez, una organización del espacio.
Lo que pasa y dónde pasa no tienen el mismo grado de concreción para el guionista que para el director de producción y el ayudante de realización. Estos últimos han de saber deducir del texto las posibles "secuencias de producción". Una secuencia numerada como 22, "SALÓN CASA DE JUAN. INTERIOR. DÍA" puede desarrollarse al lado de la chimenea e incluso, puede intervenir en ella un personaje que espía desde el jardín a través de la ventana, y puede concluir con la salida del personaje al exterior. Esta secuencia narrativa en la que se da una continuidad de una acción dramática con planteamiento, desarrollo y desenlace, y que se desarrolla aparentemente en un solo escenario, puede ser registrada en un escenario único que cuenta con todos los espacios descritos, o puede rodarse en un conjunto de espacios distanciados entre sí, cuya combinación reconstruye la geografía sugerida en el guión.
Es decir, que el set del sofá puede estar en un lugar (plató, casa particular, hotel, etc.), mientras que el set de la chimenea puede estar en otro y el de la ventana en otro, e incluso el jardín puede ser un parque, y la fachada, cualquier fachada ambientada, con lo cual la secuencia narrativa ha de separarse en sus diferentes secuencias mecánicas (módulos autónomos de realización-producción).
Estos espacios integrados en la secuencia llevan una letra añadida a la numeración, por ejemplo, si la secuencia 22 es "SALÓN CASA DE JUAN. INTERIOR. DIA", la escena al lado de la chimenea sería 22 A. El set del sofá, 22 B, etc., y si continuase con el set inicial sería 22 continuación.
También hay partidarios de poner numeración seguida a cada secuencia de producción; es decir, 23 en lugar de 22 A, 24 en lugar de 22 B, etc. Lo importante es discriminar en el guión las secuencias de producción, saber leer qué partes son susceptibles de rodaje-grabación autónomo, para prever y prevenir las necesidades de producción.
La segmentación de los decorados en sus partes independientes y disociables a la hora del rodaje-grabación es la primera operación a realizar a partir del guión, y a partir de ella se efectúa el desglose, previendo las necesidades de medios, equipos y trabajos que requiere cada una de las secuencias de producción. Con los datos del desglose es posible confeccionar un plan de trabajo y un presupuesto y acometer sobre seguro las tareas de preparación de la grabación. La forma de presentación del guión puede, asimismo, transmitir otras informaciones, como la duración del audiovisual. En el formato estándar de EE.UU. para el largometraje, como recordamos, cada página escrita equivale a un minuto de producto final, pero esta correspondencia no tendría excesivo valor si no se adecuase a la forma de grabación cinematográfica, en que las escenas se registran en un orden que no conserva en absoluto el orden de la narración. Así, puede grabarse el mismo día la secuencia de producción 1, la 21 y la 132, por coincidir escenario, actores e iluminación.
Por este motivo, las páginas del guión americano están divididas en octavos de página, de modo que una escena puede ocupar desde un octavo de página a varias páginas. Esta división permite hallar cuántos octavos de página se han de rodar cada día y cuántos se han rodado efectivamente, independientemente de que unos estén en una página y otros en otra. Si se ha rodado 17/8, en total se han rodado 17/8 (dieciséis octavos, que son dos páginas, más un octavo de página) y, sabiendo que ocho octavos son una página, es sencillo calcular el tiempo de película efectivo que se ha alcanzado.
Normalmente, es el responsable de continuidad (script) el encargado de calcular y seguir el tiempo efectivo de producto grabado, pero antes que a él, la duración del guión ha interesado al productor quien, a partir de un guión presentado en estándar, tiene una estimación fiable.
Quiénes y cómo usan el guión
El guión no es sólo una historia, ni la descripción de cómo va a ser un programa de televisión. Es un documento que ha de ser leído y utilizado por multitud de personas con diferentes intereses y funciones, y a todas ellas ha de dar la información requerida:
- al productor le interesa especialmente la trama de la historia, cuánto dura y cuánto puede costar;
- al director de producción le interesa extraer el presupuesto, prever los medios materiales, técnicos y humanos, que se precisarán, etc., para poder hacer un plan de trabajo y preparar los documentos de producción;
- al ayudante de dirección le interesa extraer qué escenarios y localizaciones se necesitarán, cuántos actores y cómo han de ser, etc.;
- al responsable de continuidad le interesa la variación del vestuario de ambientación, los diálogos, etc.
- por supuesto, interesa también al director, a los actores que han de aprenderse su papel y, de una u otra forma, a todos los que intervienen en la producción.